El sacerdote Pérez señaló que después de 31 años del asesinato del Obispo mártir, su mensaje sigue vigente y el pueblo salvadoreño continúa pidiendo su intersección especialmente en momentos difíciles y de angustia.
“Monseñor Romero siempre estuvo y estará de parte de los que más sufren, por eso vivía de cerca con quienes padecían, se identifica con los más pobres y que no tienen quién por ellos; los más necesitados nos sentimos agradados con él y en un ambiente de familia”, comentó el religioso.
Afirmó que para Monseñor Romero, los desprotegidos y necesitados era su principal opción, con quienes compartió un mensaje de esperanza, amor y fe, en medio de un mundo de tantas dificultades.
El sacerdote Pérez dijo que hoy en día el pueblo sigue siendo marginado, excluido, y atormentado por la pobreza, la desigualdad y la falta de solidaridad para quien tiene menos, “precisamente cuando más nos unimos, más fuerte somos ante las adversidades”, reiteró.
En la homilía de ayer, también se recordó las palabras de Monseñor Romero, quien expresó que la sociedad está obligada a cumplir y guardar el derecho, pero también a practicar la justicia, como una forma de renovar el ambiente social imperante de desigualdad y exclusión.
“Estamos obligados a señalar los pecados de los hombres, los pecados del gobierno, de los criminales, hasta de nuestra misma iglesia, para encontrar una solución a los problemas de las víctimas de la violencia, el desempleo, las agresiones y las enfermedades”, enfatizó Romero en la homilía del 20 de agosto de 1978.
En ese momento manifestó que la soberbia es la peor locura del hombre, ya que lo lleva a creerse un dios insustituible, por lo que la humildad, la verdad, reconocer las limitaciones, son las acciones que hacen crecer a un pueblo.
Artículo publicado por CoLatino 15 ago 2011:
http://www.diariocolatino.com/es/20110815/nacionales/95456/Un-pastor-atento-a-los-clamores-del-pueblo.htm
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